jueves, 18 de noviembre de 2010

Caleta Valdés Puerto Madryn

Caleta Valdés

Pagina Caleta Valdés

Uno de los mejores lugares donde el viajero puede observar elefantes marinos es, por sobre otros sitios del litoral patagónico, la Caleta Valdés.
Se encuentra en el lado occidental de la Península Valdés, y para acceder a ella desde Pirámides se tiene que tomar la Ruta Provincial Nº 2, que es de ripio, y dirigirse primero hasta el Faro Punta Delgada, y luego girar hacia la izquierda y recorrer los 40 kilómetros finales hasta divisar la porción de tierra. 


Caleta Valdés es una delgada franja de tierra de unos 30 kilómetros de longitud que encierra una porción de mar conectada apenas con el océano circundante, a través de una pequeña boca. 
Por allí circula libremente el agua marina, al ritmo de las pleamares y bajamares.
Uno de los mejores lugares donde el viajero puede observar elefantes marinos es, por sobre otros sitios del litoral patagónico, la Caleta Valdés. 
Se encuentra en el lado occidental de la Península Valdés, y para acceder a ella desde Pirámides se tiene que tomar la Ruta Provincial Nº 2, que es de ripio, y dirigirse primero hasta el Faro Punta Delgada, y luego girar hacia la izquierda y recorrer los 40 kilómetros finales hasta divisar la porción de tierra. 

Esta boca, años atrás, tenía casi 600 metros de abertura, pero hace 8 años que se viene cerrando paulatinamente, y ahora presenta un ancho de 150 metros. En estos momentos la caleta avanza hacia el sur, y según estudios que se han desarrollado en la región, se estima que a fines del presente año se unirá con el continente.

Es en sitios como este donde, a principios de agosto, comienzan a llegar los primeros machos adultos. 
Luego de adueñarse de un sector de playa reúnen tantas hembras como les sea posible para organizar un harén. Durante la época de reproducción los machos permanecerán sin alimentarse, subsistiendo con sus reservas de grasa adquiridas en alta mar.
La caleta también alberga numerosas poblaciones de pingüinos magallánicos, que construyen sus cuevas sobre la lengua de tierra que separa la laguna interior del mar.
En estas aguas pululan las orcas, que siempre están en busca de presas como elefantes y lobos marinos, y eventualmente pingüinos.

La gran promoción turística que tienen áreas como esta, tanto en el ámbito nacional como internacional, debe corresponderse con el cuidado del recurso natural que funciona como principal atractivo. 
La escasez de guardafaunas dificulta un estricto control de los grupos de turistas que descienden a las playas para fotografiar a los elefantes marinos. 
Esta reserva puede considerarse única por la oportunidad que ofrece de observar fácilmente gran parte del ciclo vital de mamíferos marinos en su medio natural.

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